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Una herramienta que ha sido de suma utilidad para llevar a cabo un manejo integral de los residuos sólidos (MIRS) es el Inventario de Ciclo de Vida (ICV). El ICV comienza en el momento en que un material se convierte en residuo (es decir, pierde su valor comercial), y termina cuando deja de convertirse en residuo y se convierte en un producto útil, en energía aprovechable o en un material inerte en el relleno sanitario. Las “entradas” o insumos en un sistema de MIRS son los residuos sólidos, la energía y otras materias primas. Las “salidas” o productos del sistema pueden ser materiales útiles “revalorizados” (reutilizados, reciclados, derivados a composta o incinerados con recuperación de energía), emisiones al aire o agua, y materiales inertes que se disponen en los rellenos sanitarios.
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